De Quito, Ecuador
ME LLAMO OLVIDO
Nos
encontramos detrás de nuestros sueños,
por
callejones anchos de indolencia,
quieres
dar la vuelta, cerrar camino,
de
indiferencia vestida, lo he sentido.
Adivino
el trajín de tus pensares,
es
cierto, lo sabía, lo intuía ¡es cierto!
partirás
con la brisa fría del invierno
y lo que
era amor lo llamarás recuerdo.
Son las
escenas de un teatro no vivido,
escenario
frio, comedia y desengaño,
desvestida
al miedo, con ayer a cuestas
en
acecho al anterior camino.
¿Que nos
quedará? ni un vestigio,
una
calle de testigo, un verso agonizante,
un
perfume de pasión, amor de un día,
tan
fugaz amor que no existía.
Así
fueron sembrados esos tiempos,
con la
marca de letal impío,
desafío
creciente, sin medidas,
trasvinando
las reglas y los mundos.
Hoy no
caben disculpas, ni rencores encendidos,
no hay
promesas rotas, que sobreponga lo vivido,
ni
corazones muertos, ni llantos escondidos,
el mar
de la vida los ha extinguido.
Adiós,
ve con los matinales, corre,
asienta
el paso para abrir camino,
hierve
tu sed en la lujuria de otros brazos
y bebe
néctares de amores furibundos.
Aquí
quedará sembrado en tu piel de nube,
en la
rosa fresca de tus labios dulces,
este
amor de antaño que latirá en tu mente,
para
recordar mi nombre, me llamo olvido.
Lenin
Salas
Derechos
Reservados
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