La Higuera, Santa Cruz, Bolivia
CARLA
Si tan
sólo pudiera arrancar ese deseo de autodestrucción que se apodera de mi
tristeza, los ojos de ella me inundan de un azul que no comprendo, yo quiero
amarla, sostenerla, rodearla de brazos que acarician, sin despertarla, pero,
¿cómo le aviso cuándo llego? Quizás no deba abandonarla nunca, ¿Y si yo nací
para romper?, con lo que cuesta sumar adeptos, quisiera mirarla y no sentir la
culpa de desilusionar, de que todo se transforma en una vía sin trenes, llena
de peldaños de papel madera, el rociarse con días de nubes blancas. Si supieras
a dónde ir, si quisiera moverme dentro del frasco, estoy congelado, la tecla
Play desapareció, se volvió inerte, este presente es sólo un manojo de
secuencias de un director enojado, ¿Y si ya no me quedan amigos? Vestirse de
lluvia para pasar desapercibido, para evitar convertirse en nada.
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