De
Comodoro Rivadavia-Argentina
CRUZ DEL
SUR
Como
buen navegante crecí
navegando
siempre el éter…
Arracimado
de anhelos.
¿Cual
duende primario le dio aquella sabiduría milenaria
para que
aquél, hacedor de estrellas, la dejara allí,
en el
azur milenario?
Desde mí
puesto de observación me admiré de su trabajo.
Tranquilo
pero, con una exactitud inigualada, la dejo allí.
En
aquella obra tenia mi persona un lugar.
Moraría
en ella, hasta el final de los tiempos…
En la
cruz del sur…
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