sábado, 1 de noviembre de 2014

IVAN FERREYRA



La Higuera, Santa Cruz, Bolivia

CARLA

Si tan sólo pudiera arrancar ese deseo de autodestrucción que se apodera de mi tristeza, los ojos de ella me inundan de un azul que no comprendo, yo quiero amarla, sostenerla, rodearla de brazos que acarician, sin despertarla, pero, ¿cómo le aviso cuándo llego? Quizás no deba abandonarla nunca, ¿Y si yo nací para romper?, con lo que cuesta sumar adeptos, quisiera mirarla y no sentir la culpa de desilusionar, de que todo se transforma en una vía sin trenes, llena de peldaños de papel madera, el rociarse con días de nubes blancas. Si supieras a dónde ir, si quisiera moverme dentro del frasco, estoy congelado, la tecla Play desapareció, se volvió inerte, este presente es sólo un manojo de secuencias de un director enojado, ¿Y si ya no me quedan amigos? Vestirse de lluvia para pasar desapercibido, para evitar convertirse en nada.



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