sábado, 1 de febrero de 2014

PASTOR AGUIAR



De Miami-Estados Unidos

ME CALLARÉ DE CUAJO

Nada diré, me callaré de cuajo
como calla el silencio antes del grito,
esa garra de hambre al apetito,
la pólvora que espera en el badajo.

Mi boca se suicida, sabe a tajo
cualquier palabra de sabor escrito
en el fondo de un látigo infinito
que al fin restallará garganta abajo.

Si no aprieto el gatillo no resulto
otra cosa que pájaro sin bulto.
Sin embargo soy carne en el anhelo

inherente a la forma imaginada,
por obra y gracia un parto de la nada
que al no manifestarse sueña el vuelo.


Pastor Aguiar

DEBRA RIDDLETON





De Estados Unidos

EL HOMBRE DE SAL

¡Y sin embargo, existes todavía!
Escriben de ti, no tienes nombre;
Tu cuerpo desgarbado es exhibido como emblema
de un destino marcado de antemano.
Yaces entonces en tu tumba de sal,
como cardo inanimado que mañana,
será el motivo central de magro óleo
en la entrada soberbia de una galería.

¡Y sin embargo, existes todavía!
Tu voz, si es que tuviste, no la escucha nadie.
Te has vuelto reminiscencias de un eco que se extingue;
No hay coro que recoja tus tragedias ni tus hambres,
ni tus días de sequía labrados en la cara enjuta donde habitas.
Eres como escama convertida en trazo de oropel;
Sólo te queda tu postura estoica,
callada, serena, retando al que te admira.

¡Y sin embargo, existes todavía!
De nada sirvieron tus llagas purulentas.
De nada sirvieron tus pies ensangrentados,
tus exangües brazos lacerados en sus venas muertas.
¿De qué sirvieron los miles de poemas
que fingieron conocerte en tu verdad eterna?
Los cretinos que lloraban por ti, tienen los ojos
brillando, admirando a algún poeta.


TERE MATTHEWS


"Mientras planeas tu vida, la vida pasa de largo..." 
Tere Matthews
De San Antonio, Texas, Estados Unidos
  
BUSCANDO EL CAMINO

Transitamos silenciosos por la vida, algunas veces soñando
otras veces, descubriendo las mentiras que permanecen ocultas.
Y seguimos transitando, buscando sinceridad, tratando de no caer
en los abismos profundos de nuestra inseguridad.
Transitamos, jugando el rompecabezas de una vida que no da
lo que al fin, necesitamos.
La amargura de la vida se nos cuela entre las manos,
es como sentir la huida de los propios sentimientos
es que al fin... somos humanos.

Y se ríe la miseria y se ríe la mentira con una mueca siniestra.
Es la vida, esa que nos acostumbra
a vestirnos de esperanza o a vestirnos de entereza.


Tere Matthews