De Cipolleti, Río Negro (Argentina)
LAS CIEN CARAS DE LA SERPIENTE (*)
¡Cien caras!
¡Doscientos colmillos!...
Supura el veneno,
quien yace en lo obscuro y rocoso,
en la obscuridad profunda,
de aquella madriguera.
Eres de la tres,
la más bella.
Por la envidia de un ser, eres lo que
eres.
Te ha maldecido, tu belleza es lo
horrible.
Tu amor transformado, en piedra es
miles yacen, contemplándote.
De piedra son los ojos,
de piedra los corazones,
¡Sus rostros!... El miedo describen,
la belleza de tus ojos al verte.
Que verdadero amor es,
si tus amantes, el corazón en piedra
tallada están.
Ahora duerme,
que la brisa acaricie, tus serpenteados
cabellos.
Duerme, duerme,
en los sueños dulces pero turbios.
En lo obscuro, te persiguen.
Al sueño alguien vino,
uno de aquellos que creíste piedra,
te traiciona.
Sus pasos balbucear no oyeras,
no es un ave,
no es más que la obscuridad,
es quien tu rostro prefiere, prefiere
para no amar.
El aliento se corta, la hoja de acero,
resbala por tu garganta.
Sin rostro tu cuerpo, ahora vaga.
Deja ya ese sueño atrás,
ahora en sus manos,
cien serpientes mueren ya.
(*)este es un poema que tiene que ver
con un personaje del folclore del antiguo pueblo griego, de Medusa
Muy chevere, acá en Colombia tambien habemos muchos jovenes escritores, me gusta el blog.
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