De Villa
María,Córdoba-Argentina
Cayeron
mis últimas monedas sobre el mostrador,
y agradecí al retirarme.
Esperé
la noche contemplando el ocaso,
lustré
mis zapatos y me los calcé,
el traje
de casamiento me incomodó
pero aún
así me encaminé hacia el sur.
Crucé el
tenso alambrado
y llegué
hasta nuestro lugar,
arrojé
la bolsa y de inmediato
tajé la
tierra hasta el cansancio.
Me
arranqué los ojos,
borré
los besos con un revés de brazo,
me
extirpé el corazón
y lo
deposité en lo más profundo.
Rocié
todo con combustible,
encendí
el viejo Zippo
y lo
dejé caer en nuestros recuerdos,
que
ardan como ardimos,
que se
consuman como nos consumimos.
Me senté
en una piedra
percibí
la brisa de la madrugada,
el
crepitar desde el fondo,
el
abucheo de los grillos,
las
luminarias a lo lejos.
Quizás,
no pude cuidarte como debí
quizás
esto debía suceder
quizás
siempre quizás…
por eso
liberé tus imágenes, tu recuerdo,
para que
seas feliz con lo que has decidido.
Tomé un
puñado de tierra
lo
deshice entre las yemas de mis dedos
y te
pensé por un momento más,
lo cubrí
todo
y me
perdí en el cañaveral.
(inédito,
14-02-2010).
No hay comentarios:
Publicar un comentario