viernes, 1 de marzo de 2013

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI


De Montevideo, Uruguay

CASTIGO DE SOLEDAD 

¿Un atardecer?: El de ayer.
Hoy… casi la nada.
Mañana será el olvido.
Mancera, timón y reja
Sobre mi corazón.

Estiletazo feroz
de aquel arcángel falsario
rapiñero de emociones.
Ruina de símbolos trágicos,
mi vida,
Resignada a la epopeya,
falaz de deambular, sin pericia
en busca de su otra vida.
La tuya.

Nunca me pregunté si eras bella
o si al final del destierro
nos aguardaba el amor.
Un disoluto deseo;
una figura plural
sobre los terrones grises.
Tú, y tu sensual alegría
que palpitaba en mi carne.
Ahíta de tanta dicha.

Una súplica superflua.
La tersa languidez de un beso,
Insumiso...
que doblegamos.
Carne rosa,
Senos de altivo porte.
Tu piel de aguafuertes,
rosario de felicidades;
y al fin…El nunca.
El Tal vez
y mi ceguera insolente,
carcomida de soberbia
nos precipitó al abismo.
Excusas entreveradas,
cáfila de desencuentros
que empalideció la luz,
irremediablemente,
como una ola inclemente.

Henos aquí en las arenas,
exhaustos.
Vómitos de la marea.
No pude reconocerte
Sal y espuma.
Lunares rojos de odio.
Los colmillos del olvido
hicieron presa de ti.

Superfluo sueño orillero.
Madrugón de vino fuerte,
alquitrán y barquichuelos
sujetos a la maldición
de un perfume de violetas.
Y el adiós,
que mojó mis pies.
Calladamente
Cachivaches, en fin
de una historia mal contada.

La oscuridad
se imprime de tiempo lento.
Agónico.
Nuestras almas expuestas,
al torpe miedo de vivir.
Sudor craso de correajes,
furgón de los desahuciados.
Calesita alucinada.
Sin niños…
Nuestros sueños.

Paisanos de rústica mirada:
Abrid un rumbo a la congoja.
Apuñaladme la espera…
Cargo con una culpa feroz,
deliberada…
Infinita

Luis Alberto Gontade Orsini

No hay comentarios:

Publicar un comentario