sábado, 1 de junio de 2013

CARLOS ESTEBAN CANA


De San Juan de Puerto Rico

ARDE ROMA

Arde Roma y nosotros
hacemos el amor 
despreocupados

El cielo en pedazos
y ambos transformando
la ruta incierta
que traza el mosaico

Dejémonos llevar
sin resistencia,
el flujo natural
dirige hacia el delta

Arde Roma y nosotros
hacemos el amor
despreocupados


EL HOMBRE NACE

He vuelto a nacer
en tu cuerpo,
ahora
...se trata de un ser nuevo:
a la vez el mismo/ a la vez distinto
¡¿cuántas hojas del flamboyán
quedaron dispersas por la tierra,
amortiguando el paso
durante la pendiente rocosa
del camino?!

Tras de mí
un sol levanta colores
cuando degusto suave la aureola
y despierta el pezón;
mandala perfecto tu seno izquierdo...

El aura destina tonos adecuados al perfil,
el niño esencial deja paso
sin reservas
al muchacho...
y el aro comienza
imperceptible
un movimiento espiral
en-el-eje de su propio vórtice.

Atrás,
en el instante primigenio de alba,
entre ramas soñolientas de sonrojados flamboyanes
quedan vacías todas las crisálidas.

 Carlos Esteban Cana, 2010


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