De
Málaga-Andalucía, España
QUIMERAS
los ojos lo decían
todo.
Nos quemábamos sin
fuego,
tiritábamos sin
frío
y moríamos de
deseo.
Al dibujar con tu
mano
la sombra que
proyectaba
la silueta de mi
cuerpo;
me sentí amarrada
a ti
con lazos de
terciopelo.
La urgencia nos
devoraba,
entrelazamos los
dedos,
bebimos uno del
otro
encadenando los
besos.
El aliento... en
un suspiro,
los sentidos al
acecho,
el corazón al
galope,
el alma huyendo en
un vuelo.
Mas, te diluiste
en la noche.
Después de todo...
era un sueño.
Muchas gracias María José, por incluírme en esta página. Un abrazo desde España.
ResponderEliminarCarmen
Benditos sueños que nos hacen seguir hacia adelante ¡precioso!
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