De Segovia-Castilla y León, España
MORIR DE AMOR
No hay muerte más dulce
que aquella muerte de amor.
Es aquella sensación
de estar con las manos
abrazadas a los barrotes de un corazón
que se muere y no puede
resucitar.
Morir de amor, aaahhh,
qué sensación más tonta,
y mágica, y catatónica,
yo diría que es casi casi
una droga alúcinógena
que hace ver diferentes cosas
cuando la razón más lógica
dice que no.
Es sentir que el alma se despega
de su cuerpo y que navega
por los cielos en tu busca.
Convertir a los dioses en demonios,
hablar con el mismo Lucifer
y prometerle serle fiel
aunque la pierdas.
Echar una moneda al Pozo de los Deseos
y desear que acabe el tormento
que te hace enloquecer.
Morir de amor,
es dejarlo todo
al olvido de todo,
al espacio vacío,
al invierno duro y frío
a la locura de ver con amargura
su mirada en ti fijada
y nadie dice nada
pero algo muy dentro
arde en llamas
quemando la vela que te da la vida
y dejando cenizas en un papel.
Javier García de Santos
http://comunerolandia.blogspot.com/
Comuuuu pero que preciosidad de poema has escrito, es una delicia leerte siempre, y que alegría me ha dado encontrarte por aqui.
ResponderEliminarBesos amigo, siempre arrancando sonrisas a quienes tenemos la dicha de leerte.