sábado, 1 de marzo de 2014

RICARDO MIÑANA




                          
 De Palma de Gandía, Valencia-España

ROMANCE

Llegaste a mí como un rayo de luz,
llenando mi alma de paz como mar en calma,
y en tu corazón encontré un lugar para soñar.

Con la magia del romance, la fragancia y el candor,
cada noche incendiabas el deseo con el arte del amor,
momentos sublimes, que nacen, que viven, que mueren.

Pasaron los días y se enfriaron los sentimientos,
y sin desearlo, un día amaneció con el cielo gris,
y después de amarte tanto, todo eran voces tensas,
entradas vacías, salidas calladas y miradas silenciosas,
de un corazón que sin ilusión, ya no sentía nada.

Y llegaba ese instante tenue, impreciso,
lleno de amargura y sentimientos,
que turbaban mis pensamientos.

Resbalé un día, al compás de tus besos,
volví a resbalar, al vaivén de tu encanto,
ahora solo queda, olvido y desencanto,
y los recuerdos que abriéndose paso en el tiempo,
me están alcanzando.

La fuerza de tu amor, sigue inundando mis sentimientos,
¡ayer fundías mis deseos!, y hoy fundes mi sueños,
¡ayer me hacías feliz!, y hoy me haces infeliz,
¡¡cuando tu sed!!, siempre fue calmada en mi piel.

No hay más dolor, que cuando rompe el amor,
ni mas tristeza, que las palabras en el corazón.
desde aquel día al atardecer, ya nada es igual.

Más allá de tu inmensa mirada
se desploma mi alma en la soledad,
el crepúsculo colorea hermosamente
salpicando mi tristeza intensamente.

El atardecer está tenso y lleno de melancolía
porque tardes como ésta, fundíamos nuestro amor,
mi grito quedó anclado en el tiempo
y ahora al atardecer retumba en mis oídos.

La tarde destella todo belleza
pero mi corazón se hunde en la tristeza,
ansiedad me causa haberte amado tanto,
pensando que tu cuerpo, ahora es de otro.

El crepúsculo brilla hermoso al atardecer,
pero mi corazón de lejos solo quiere desaparecer.
desde aquella noche como ésta, y tantas noches,
tus pasos acechan, y siento las penas morder mi piel.

Te cruzaste un día en mi camino,
y sin pensarlo llegue a las puertas del amor,
pero siendo feliz, llego el final por el camino,
y ahora infeliz, estoy a las puertas del infierno.

Mientras vivió el amor, todo fue hermoso,
y ahora cuando los recuerdos murmuran,
solo puedo soñar con tu sonrisa
en la antesala de pasado,
y cuando el viento roza mis labios
siento un beso proscrito que me alcanza,
mientras una lágrima desciende.

Porque aun te sigo extrañando envuelto entre añoranzas,
porque en las noches sin estrellas tu mirada era la que iluminaba,
y la sonrisa que me dedicabas acunaba el suspiro que escapaba,
y ante la hermosura de tu piel el amor desplegaba sus alas.

¡¡Resurges!!,
¡entre las cenizas!
y sigues tentando mis deseos,
¡de repente sueño tu voz!,
¡susurrar mis oídos!,
al vaivén de tus besos.

¡¡Resurges!!
¡en mi alma!,
¡en mi corazón!,
¡en mis pensamientos!,
deslizando tu cuerpo,
y tus gemidos me estremecen,
provocando amargo desconsuelo.

¡¡Resurges!! ¡cuando escucho aquella canción!,
que contigo abrazado bailaba,
con el latir del corazón,
al compás de nuestro ritmo.

Y te seguiré extrañando en la distancia,
porque de lo vivido y lo soñado
queda el recuerdo latente de tu amor,
¡que sigue vislumbrando!,
y la vida seguirá pasando sin ti,
viendo como mi corazón se va apagando
diluyéndose en la palma de mis manos.

Llegué a la cima del dolor
hundido en el reino de las tinieblas,
sin más luz que la penumbra,
sin más caricias que las de la muerte,
perseguido por las huellas del pasado,
que no he podido borrar de mi corazón.

Hoy tan solo puedo escribir esta triste poesía,
el anochecer es inmensamente bello y estrellado,
intenso sin ti, por la tristeza que tu ausencia me causa.

Al mirar atrás, quisiera retroceder en el tiempo,
besar tus infinitos labios, y en esta noche inmensa,
galopar tu amor, que es lo único que me calma.

Es la nostalgia, y la ilusión de un sueño que se desbordaba,
¡cuando lleno de vida!, se quedó a las puertas de la realidad,
la vida es amor, y fuera del amor, solo queda el vacío.

Volver a vivir, porque mi espíritu sigue siendo intocable,
vivir libertad, cantando como un pájaro en su alegre volar,
vivir ilusión, como un niño en su mundo sin más preocupación,
vivir la emoción, marcando un nuevo rumbo en la vida,
vivir la esperanza, en cada experiencia, en cada fracaso,
la vida está llena de desafíos, llena de inquietudes,
volver a soñar, como el agua del rio camino del mar.
y vivir la vida dejando atrás, el largo sendero del olvido.

Copyright © Ricardo Miñana



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