martes, 1 de enero de 2013

ALEJO URDANETA FUENMAYOR

De Caracas, Venezuela

SUSURROS

Todo tiene susurros:
El canto noctívago de los visitantes
que escucha temeroso el niño
en su jardín de sueños.
El silbido colgado de los signos
expresivos del todo,
sin decir nada,
el murmullo en limpias estancias burguesas
con choque de cubiertos plateados,
y el ahogado timbre del oboe
llamando desde bosques lejanos.
*
En todo, susurros…
*
Y también el ritmo musitado
del telar
en el patio de pobreza,
o el chirrido del secreto
que amenaza con oscura capa.
Susurro en el callejón del puñal,
en el refugio del vano amor.
Y la pesadilla sin fin de Kafka
en su despertar de terror.
*
En todo, susurros.
*
En la cumbre de todos los murmullos,
el susurro del amor: entrega sin voluntad,
sólo quejido húmedo de ansias,
sin rostro y sin nombre,
sonando en la nubes
y en mi incierta escucha.

*
Susurro en la ternura del sonrojo,
tu presencia
de rasgos septentrionales
que da en bisbiseo de niebla
el secreto de su entraña.
Niebla caída en blanco diapasón,
música de plumas
apenas dibujada,
habla escondida en jirones de viento
repitiendo el rumor de las montañas.
*
Susurro de aliento americano,
alma de volcán, aurora de llano
en danza de truenos,
ritmo de extraños mundos.

Alejo Urdaneta Fuenmayor 

1 comentario:

  1. Que maravillosas imágenes provocan esos susurros .
    Gracias Padrino del alma.
    amelia

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