De Chiclayo, Perú
POEMA
Señores, lo siento, ya no creo en nada:
el filósofo es un ocioso poeta
el ocioso es más diestro con la lengua
el poeta pretende venderme epígrafes de filósofo...
Señores, no creo en la fé del niño
el revolucionario se metió mi fe en el bolsillo
y veranea en las costas del Pacífico
con una morena fresca.
-azucarándose la cereza-
que mi madre suda de veras
los jugos de la miseria...
(ella, es la mujer grande
la hembra de grandes senos
de multiples hijos, de hijos que multiplican
banderas)
Señores, lo siento, sólo creo en la miseria.
Gracias por el detalle...
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