De General Campos-Entre Ríos, Argentina
ANGUSTIA
En momentos como este,
siento estar perdida
en un bosque de
tinieblas.
Las ramas de sus árboles,
me señalan,
me golpean con saña.
Intento ver más allá,
pero no lo logro.
Mi corazón se agita,
deseo gritar pero es inútil aquí.
Ya no tengo fuerzas
para continuar.
Doy un paso más.
Lodo, pegajoso, frío.
Pareciera que la ciénaga
ansía devorarme.
Levanto la mirada
de ojos desesperados,
y luego,
luego extiendo mi mano
buscando a la única mano
capaz de salvarme de esta pesadilla...
Silencio. Oscuridad. Nada.
Una lágrima helada,
recorre mi mejilla.
Caro Díaz
Derechos Reservados
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