lunes, 1 de diciembre de 2014

SILVINA ATENCIO



De Caucete-Pcia. de San Juan, Argentina 

No podrías ni en mil años
adivinar lo que siento
cuando en tus brazos, perdida,
dejo que corra el tiempo.
Cuando un suspiro se escapa 
desde mi cuerpo al Olimpo
y respiro quedamente
el poco aire que abrigo.
No podrás medir el tiempo
que ocupa mi mente obstinada
dibujando ciegamente
el contorno de tu boca ansiada.
Acaso no haya manera de huir
a otro propósito infiel
que no sea el de tu boca
deslizándose en mi piel.
No valdrían tus razones,
o las mil que yo te diera,
para desistir de amarte
aunque amarte sea mi pena.

Silvina Atencio
Derechos Reservados



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